lunes, 10 de enero de 2011

Smart Monkey (La Cúpula, 2010)










Smart Monkey
Winshluss
La Cúpula, 2010
108 páginas / blanco y negro
Precio: 18 euros
ISBN: 978-84-7833-916-7

Las poco más del centenar de páginas de Smart Monkey (La Cúpula, 2010) han sido suficientes para quedar rendidos de nuevo ante el talento e inteligencia de Winshluss, pseudónimo artístico de Vincent Paronnaud (La Rochelle, 1970). El creador galo, uno de los autores más importantes del cómic independiente francés de la actualidad, alcanzó la fama como historietista con Pinoccio, novela gráfica que recibió, en 2009, el premio al ‘mejor álbum de cómic’ del Salón de Angoulême. Como cineasta ya lo había hecho antes con Persépolis, film inspirado en la novela gráfica homónima de la dibujante iraní Marjane Satrapi, que fue galardonado en 2007 con el premio del Jurado del festival de Cannes y nominado a los Oscars, un año más tarde, en la categoría de mejor film de animación.
En Smart Monkey, Winshluss desmenuza las teorías darvinianas ilustrando el proceso evolucionista del ser humano desde su originario estatus de primate elemental hasta el a menudo poco envidiable de hombre civilizado, en concreto hasta el de cierto atolondrado miembro de la clase alta parisina del siglo XIX. Lo hace prescindiendo prácticamente de la ayuda de textos y de cualquier tipo de influencia divina, pero con el mismo desenfado épico y desmesurado del alemán Ralf König en Prototipo (2008) y Arquetipo (2009), ambas publicadas en nuestro país también por Ediciones La Cúpula.
El resultado es una delirante, divertidísima y libre recreación del combate ancestral de los más débiles por sobrevivir frente a la fuerza bruta que aquí están encarnados en un simio pillo con las más bajas tendencias humanas. El uso de recursos humorísticos propios del cine mudo como el slapstick - popular bufonada que consiste en una exageración del efecto provocado del golpe físico - y la poblada representación de dinosaurios, mamuts, dientes de sable y otros bichos prehistóricos - que recuerdan a filmes de animación como Ice Age - y algún que otro guiño a En busca del fuego, del cineasta Jean-Jacques Annaud, terminan por dar a Smart Monkey ese toque de humor negro, inteligente y agridulce, tan característico del autor francés.